septiembre, septiembre...

martes, 11 de septiembre de 2007


Septiembre, septiembre, un nuevo 11 de septiembre mas que irrumpe de manera tan violenta en la memoria fragmentada de un país donde cada vez es mas evidente tal intento de olvido, del tan fatídico episodio de la historia chilena, en donde nos vemos obligados a esconder nuestros rostros, ah agachar nuestras cabezas, en donde en son de la victoria represiva que trata de esconder tal verdad angustiante, en donde el verdugo ya no existe, pero su esencia fenoménica aun sigue separando y segmentando más y más este país de ruinas identitarias.

Septiembre, septiembre… de ojos temblorosos, de una tristeza penetrante, que con el sonido de un avión se recuerda la ocasión, en donde la muerte sucumbió a cada rincón, en donde adormeció y callo a todo el personaje que encontró. Derrumbando la primavera ya antes rota, quemando en evidencia las hojas de tristeza que terminan la estación.

Septiembre, septiembre de primavera rota, de energía sofocante, nunca calles lo que en un pasado te hicieron olvidar, que un presente cuesta asimilar y que en un futuro la gente ya no querrá recordar. Fatídico septiembre, de ambiente reflexivo, de euforia desatada y de rabia acumulada, de puños ensangrentados, de rostros mutilados y de cuerpos no encontrados.

Septiembre de tristeza entorpecida, del que el llanto ha desatado… septiembre, septiembre, septiembre, déjame olvidar que de ti me eh olvidado.

Por que el pasado no se olvida.....

9:10 am.. 11 de septiembre de 1973...


Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Postales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción Que sean ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director General de carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.

Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.

Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la abuela que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases para defender también las ventajas de una sociedad capitalista de unos pocos.

Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos. La historia los juzgará.

Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.

El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.

Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajador...


Ultimo discurso del presidente Salvador Allende... 11 de septiembre de 1973 ...

Santiago en 100 cagadas...

miércoles, 5 de septiembre de 2007


Santiago en 100 cagadas…

Si pensar que Santiago 100 palabras, es pensar en la cultura rota de la Europa de hace siglos, es la verdad, ya que nos escondemos de tanta falta de identidad, en donde estamos envueltos en la más absurda sociedad, donde aceptamos con desdén las decisiones de nuestros mandatarios, en donde cada vez que protestamos reclamamos con autoridad la democracia, sabiendo que en más 30 años nunca ha existido tal democracia. Pensando que si el poder lo asumía una mujer, la cara de chile iba a cambiar, no es que yo sea machista ni nada de eso, solo que la sociedad machista la han hecho las mujeres al pensar que el rosado fue hecho para ellas y que si lo usa un hombre es que es gay. Estamos destinados a ser una sociedad sin nada que decir, sin aporte alguno a la historia, creyendo que cada vez que firmamos un tratado de libre comercio somos más fuertes como nación, ¡que ironía! Verdad…

Creo que el no querer asumir que estamos desolados, tristes y abandonados, es el mayor síntoma de que nuestra sociedad, la cual esta enferma , enfermedad que cada día se agudiza más y más, en donde tal individualidad de esta sociedad se la debemos a tal poder burócrata, que no hizo mas que vendernos sus buenas intenciones, desmoronando la edificación familiar y trasformándola en el desierto que es ahora, en donde familias contadas con los dedos gozan de tiempo libre mientras otras tienen que dejar toda una vida en la producción a cambio de una asquerosa paga.

Que gracioso es escuchar a políticos hablando y analizando tales avances en infraestructura, sabiendo que Chile es horrible arquitectónicamente, copiando ideas de transporte de otras partes en las cuales tale proyectos fueron llevados a cavo en un plazo de cinco años y acá en menos de nueve meses, ocupando a los mejores ingenieros en planificación y desatando la mayor crisis del transporte publico de la historia de Chile.

Que sociedad esta, de un vacio narcicista enorme, de un desconteo social de fetiches por abundancia, aun no logro ver tal progreso del que tanto hablan, con el que tanto se autodenominan “jaguares” si ni de gatitos nos alcanza, ya que somos una de esas sociedades tan sumisas que pase lo que pase no nos queda más que asumir con cabeza hacia le suelo, y se repite la historia de cómo se ríen una ves mas del pueblo, en Europa fue el poder burgués, mientras que en América latina fueron los ladrones colonizadores saqueadores de la riqueza cultural de tal continente virgen, que mas nos queda.

Creo que solo pensar que algún día va a cambiar y que por primera vez no recurriremos a la violencia para hacer valer nuestros derechos como ciudadano, y poder gritar ¡¡¡no podemos más!!! Con autoridad, sin que venga alguien a decirnos que estamos locos, ya loco es el que no esta enfermo, ese si que esta loco, ya que pensar que la gente vive bien con el sueldo mínimo eso si que es locura y de la más grave, por ello solo me queda por decir, Santiago no es en 100 palabras, si no que Santiago en 100 cagadas…